
Se encuentran sólo en Australia, incluida Tasmania, y tienen la apariencia de un oso musculado, pequeño y de patas muy cortas. Los wombats se alimentan de hierbas, juncias y raíces y cavan extensas madrigueras con sus dientes delanteros (similares a los de un roedor) y sus poderosas garras. Aunque es un animal principalmente crepuscular y nocturno, los wombats se aventuran también a buscar alimento en días fríos o nublados. No se dejan ver tan fácilmente como otros animales, pero sí suelen dejar rastro visible de su paso.
Los wombats poseen un metabolismo extraordinariamente lento: tardan alrededor de 14 días en completar la digestión, y no suelen moverse con rapidez. En caso necesario, sin embargo, pueden fácilmente sobrepasar a un ser humano en carrera e invocar inmensas reservas de fuerza. La principal defensa del wombat contra un depredador bajo tierra es aplastarlo contra el techo del túnel hasta que el invasor deja de respirar.